Lo sucedido en el crucero Costa Concordia, en las costas de la isla de Giglio (Italia), el pasado 13 de enero, refleja una analogía, casi perfecta, con los diferentes factores que intervienen en la vida de una compañía.

El rol del Nº 1, la performance de su equipo, la gestión del riesgo y el monitoreo de los indicadores claves son aspectos esenciales para el correcto funcionamiento de una organización.

Uno de los conceptos que un Nº1 debe tener muy presente, es que como líder estará siendo minuciosamente observado por sus subordinados, dado que sus comportamientos estarán dejando una huella tanto en la formación de criterios como en el cumplimiento de las normas y procedimientos que hacen a las mejores prácticas de la actividad. Es por ello que, si la costumbre de saludar a las ciudades implicaba acercarse cada vez más a la costa, esa permanente carrera por romper el record, llevó a asumir un riesgo cada vez mayor. Es así que esta maniobra comienza a ser vivida y tolerada por toda la tripulación como algo habitual y permitido sin que alguien se cuestione si quiera cual podría ser la consecuencia.